Lo más importante en este camino es no desesperarse, no buscar planes y sistemas que prometen una pérdida de peso de gran importancia en tan poco tiempo, ya que, usualmente estos planes están cargados de restricciones y comportamientos desesperados que no son sostenibles en el tiempo.
Para iniciar, siempre debes tener una evaluación integral, que incluya tus parámetros bioquímicos, estilo de vida, factores genéticos, nivel de estrés, ansiedad, periodo de la vida que estás transcurriendo, etc. Para de esa forma poder asegurar y
adecuar un plan que realmente se ajuste a ti, no dejándolo todo a la suerte de planes genéricos que no están pensados a tu medida y que cubran tus necesidades.
Y cuando se trata de planes para bajar de peso, siempre debemos partir por los cambios más básicos, partir con lo simple hace que el proceso pueda ser más perdurable en el tiempo, debemos pensar que sea sostenible para nosotros mismos, que se adapte a nuestro estilo de vida, a nuestro presupuesto, etc.
Algunas recomendaciones por donde podemos comenzar:
- Asegurarnos de consumir una alimentación rica en nutrientes de diferentes fuentes: vegetales, ensaladas, legumbres, pescados, aves, carnes, cereales integrales, frutas, etc. Una de las reglas principales para que sea sostenible es que nos permita comer todo tipo de alimentos, que nos den sabor, placer, variedad y saciedad.
- Incrementar el consumo de agua, asegurarnos de un adecuado consumo de líquidos diario, alternativas con agua gasificada, infusiones sin azúcar, aguas saborizadas de forma natural, etc.
- Mantenernos activos, tanto en nuestro día a día, como realizar ejercicio programado y disfrutar de todas las bondades de la actividad física para nuestra salud.
Aprender desde lo más simple es la forma más segura de tener éxito en este proceso.
